viernes, 24 de agosto de 2012

¿Se pifió el Dr. Galán?


Ayer escuché en la radio, una noticia de esas que suelen 'vender' como explosiva, porque involucra supuestos actos de corrupción, de esos que tanto nos gustan en los medios. El problema es cuando esas supuestas denuncias se vuelven pompas de jabón.
Decía la información, de boca del secretario por la Transparencia, Carlos Fernando Galán, que en 10 años, en Buenaventura no se hicieron unas obras contratadas para el sistema de acueducto y alcantarillado, en los que sólo falta desembolsar el 1%, pero que el "avance físico es del cero por ciento".
Dice la cadena radial,  que "Fuentes del organismo indicaron a Caracol Radio que varios de esos contratos habrían sido adjudicados a la empresa del reconocido contratista William Vélez".
El vocero legal del empresario paisa Vélez, respondió que ni siquiera desarrollan contratos en Buenaventura, y que el secretario Galán debería informarse antes de hacer los señalamientos. 
Tiene razón.
Cuando el medio cita "fuentes del organismo" es de presumir que se refieren al mismo Dr. Galán, y de ahí viene la pifia. Si algo le enseñan a uno los años de ejercicio del periodismo, es que lo mínimo con que se tiene que contar es con todas las pruebas. En estos casos, no tener el documento que certifique lo que se está diciendo hace que todo termine en ruido, y lo peor, en unas imputaciones que pueden traer graves problemas para quien las emite, en este caso el medio y el funcionario. Lanzar esas bombas al aire, contra un grupo de empresas que tiene 50 años de actividades en el país, con críticas más por las amistades personales y políticas de William Vélez  que por actos de corrupción (uno escoge los amigos, no a los enemigos), es un asunto del que no tuvo mucho cuidado el secretario.
Ahora bien, si esas son las denuncias que está haciendo el secretario Galán, no habrá que esperar mucho de su desempeño. Me pregunto cómo va a corregir ese embrollo, porque él sabe por experiencia propia, que no se puede jugar con la honra de la gente y que el activo más preciado de los individuos es su credibilidad. 
Es hijo de Luis Carlos Galán, un personaje que combatió  la corrupción política, y que fue severo hasta con sus propios seguidores en ese asunto. Pero cuyo nombre también quisieron enlodar en su momento, asuntos de los cuales salió airoso, para bien de la preservación de su nombre.
En la cartilla de 'coquito' de las investigaciones, lo primero que aparece es "verifica", cosa que parecen no haber hecho Galán, ni el medio que transmitió la información.
Pero en este caso la 'pifia' fue mayúscula. Faltó rigor y una mínima confirmación. El secretario Galán no puede hacer acusaciones de tal índole basado en 'el correo de las brujas'.


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