La bolsa o la Fifa

Vamos a ver. Los estadios de Colombia donde se va a jugar el Mundial sub-20 (Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena, Eje Cafetero), pertenecen a los municipios, es decir, a todos los ciudadanos. Hasta ahí no hay nada extraño (o bueno, sí lo hay, nunca he entendido porqué los estadios los usa el equipo local exclusivamente para el torneo privado de la federación de fútbol, una entidad privada que administra otras entidades privadas, pero no se pueden utilizar para otra cosa).
Y ahora resulta que los estadios a los que se les han invertido multimillonarios recursos públicos, van a tener que cerrarse hasta que se haga el mundial. Muy bien, entonces el que gobierna en nuestros municipios es la Fifa, para el tema respectivo. Y no solamente en lo de los estadios: la Fifa decide cómo es la seguridad, la Fifa decide cómo va a ser la publicidad de los eventos, la Fifa decide... muchas cosas.
Antes de seguir debo aclarar que no soy aficionada al fútbol, no sigo a ningún equipo ni local ni extranjero, pero no por eso deja de parecerme esa actividad un espectáculo de masas, donde se expresa lo bueno pero a veces también lo regular de nuestras sociedades.
Hecha esa claridad, nuevamente pregunto ¿porqué es la Fifa la que va a decidir sobre lo divino y lo humano, en unas ciudades que tienen mucha expectativa sobre cómo les va a ir con el Mundial. (Sólo Pereira invirtió más de $28 mil millones de recursos públicos para ese torneo, en la readecuación del estadio).
¿Cuánto ganará la Fifa con el evento? ¿Se parecerá esa ganancia a lo que van a recibir los municipios? ¿Compensará las inversiones públicas que se están haciendo para tener estadios de categoría?
Me informan los conocedores, que la Fifa no invierte nada, sólo decide en qué invertir para realizar sus eventos.
Por ejemplo, no sobra saber que este año están mercadeando además del mundial sub-20 en Colombia otros torneos:
-Mundial femenina sub-17.
-Copa Mundial interactivo.
-Mundial sub-17 en México.
-Copa Mundial femenina en Alemania (de mayores).
Bueno, hasta aquí puede llegar mi comentario. No tengo más información. Lo del fútbol es un gheto inpenetrable, en el que lo único que vale es que 22 personas se enfrentan en una cancha, y todos van tras un balón. Pero parece que factura mucho más de lo que le dicen a las autoridades de cada país.