domingo, 30 de mayo de 2010

El oficio de la memoria

Hace dos semanas como una implosión, comencé a revivir mis tiempos de estudiante de bachillerato. Todo por cuenta de un encuentro que están organizando unas compañeras de curso, de cuando nos graduamos (no les voy a dar el gusto de poner la fecha para que hagan cuentas).
Estudié en el Colegio del Rosario en Bucaramanga, el que está ubicado en el sector de Lagos del Cacique. Allí estuve todo el bachillerato incluyendo el año repetido (mi mamá dice que por lochuda, pero yo tengo una explicación distinta, me estaba preparando mejor).
Por supuesto en ese tiempo son muchas las personas con las que se hacen relaciones (era femenino el colegio) que en ese momento parece que van a ser para toda la vida, pero una vez recibido el grado uno empieza a perderle la pista a sus amigas. Pero la gran mayoría de recuerdos quedan.
Nosotras hacemos parte de una generación de mujeres educadas en un sistema que se denominaba bachillerato clásico (ahora eso no existe, creo).
En ese tiempo además, todas las hijas de la casa estudiaban en el mismo sitio (así fue mi caso), por lo tanto lo que llegamos a conocer fue una generación entera de mujeres de la sociedad de la Bucaramanga de mediados de los años 80. Eso pesa.
Como voy a seguir hablando de este tema en otras ocasiones, les quiero compartir en principio que si la labor de ubicar a 54 egresadas de dos cursos de sexto de bachillerato hubiera sido sin inernet o facebook, habría sido casi imposible que nos contactaran a todas.
Pero por fortuna existen estos sistemas. Tengo cinco sobrinos nacidos en tiempos de internet y nuevas tecnologías y uno de ellos ya me preguntó si en mi 'época' la televisión era a color. Me reí mucho del comentario, aunque ella no estaba diciendo ningún chiste, la cosa era en serio. Para ella su mundo sin videogames, internet, celulares, mp3, wii, sería un desastre. Nosotras no vimos un computador en 11 años que duraba la preparación del colegio. Lo único parecido, eran los sólidos de dibujo técnico que había que hacerle a Pablito. (Yo nunca entendí el sistema, para eso estaba la Zabala, una compañera que me hizo pasar el curso, literalmente).
Eso quiere decir que nuestra generación ha debido afrontar muchos cambios en muy poco tiempo, de todo tipo. Políticos, sociales, tecnológicos, sicológicos.
Lo importante es que hemos sobrevivido a todos (creo).
Bienvenido el reencuentro de las rosaristas (que será el año entrante). Allá estaremos, recuperando la memoria.

1 comentario:

  1. Querida Sonia; gracias por compartir tu pagina con nosotras, es muy agradable saber que contamos con tan grandes mujeres, que en nuestra epoca formaban mas para la casa que para la vida profesional, pero tu y otras tantas se hicieron el camino posible y gracias a ustedes hoy otras generaciones se forman con su apoyo, y esto lo digo por que en estos dìas he hablado con Gladys Herrera y me he dado cuenta la gran capacidad humana que como tu tienen mis queridas compañeras, estoy feliz por este reencuentro y por compartir con cada una de ustedes los logros de mi vida.
    Un abrazo

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